2.4.23

Las posibilidades

La teoría del superdeterminismo, en esencia, sostiene que el universo está determinado por la causalidad en todos los niveles, lo que significa que todas las partículas y eventos están determinados por la historia pasada del universo. Según esta teoría, incluso si pudiéramos viajar en el tiempo, no podríamos cambiar nada, ya que cualquier intento de hacerlo ya estaría predeterminado.

Desde la perspectiva de la filosofía del viaje en el tiempo que hemos estado discutiendo, se podría argumentar que la teoría del superdeterminismo no contradice necesariamente la posibilidad de acceder a información del pasado o futuro, ya que esa información también estaría determinada por la causalidad y la información almacenada en el universo. En este sentido, el viaje en el tiempo no sería una forma de cambiar el pasado o el futuro, sino más bien una forma de acceder a información que ya está ahí, en una especie de "archivo" del universo.

Sin embargo, también se podría argumentar que la teoría del superdeterminismo podría limitar la capacidad del viajero en el tiempo para interactuar con el pasado o el futuro, ya que cualquier acción que tome ya estaría predeterminada. En este caso, el viaje en el tiempo se convertiría en un acto de mera observación, sin la posibilidad de intervenir en la causalidad del universo, no obstante, en la filosofía del viaje en el tiempo, la idea del libre albedrío cuántico es importante porque sugiere que incluso si aceptamos la teoría del superdeterminismo, todavía podemos tener cierto grado de libre albedrío en nuestra capacidad para elegir y actuar en el mundo.

En otras palabras, aunque ciertos eventos pueden estar predestinados, aún podemos influir en el futuro a través de nuestras decisiones y acciones, incluso en los viajes en el tiempo. Por lo tanto, el libre albedrío cuántico puede ser visto como una forma de "vencer" al superdeterminismo en el sentido de que nos permite mantener cierto grado de control sobre nuestro propio destino, incluso en un universo determinista.

En términos de la analogía de la piedra en el mar, podríamos decir que nuestras decisiones y acciones son como las ondas que se propagan en el mar después de lanzar la piedra. Aunque la piedra sigue una trayectoria predecible, las ondas que crea pueden interactuar con otras fuerzas y formas en el mar, y aún así tener un impacto significativo en el resultado final. De manera similar, nuestras decisiones y acciones pueden interactuar con otras fuerzas y eventos predestinados en el universo, y aún así tener un impacto significativo en nuestra vida en general.

 

 

 

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